DATOS ESCALOFRIANTES

Adjuntamos un video donde se realiza un reportaje sobre los pandilleros. Estos miembros entran en las bandas por un problema de autoestima, un problema de no sentirse queridos, problemas afectivos, y estos grupos les ofrecen una identidad, un sentirse querido, un formar parte de algo. Además estos miembros vienen de familias desestructuradas, de padres que son inmigrantes, no tienen referencias en el hogar, son jóvenes que no encajan en la sociedad y por este motivo deciden formar parte de una banda y convertirse en un delincuente. Esto consiste en un problema social, esta claro que las bandas existen, están activas y están creciendo. 

El Centro de Ayuda Cristiano ha realizado un observatorio de Bandas Latinas en la Comunidad de Madrid, donde revela que la pandemia de covid-19 ha incrementado en gran medida el número de jóvenes relacionados con la delincuencia. 

Este centro, tiene un proyecto el cual se llama la Fuerza Joven España (FJE) es. Consiste en un programa diseñado para ayudar a los más jóvenes a resolver conflictos y a sentirse mejor consigo mismos y con su entorno. Con el fin de que construyan una nueva trayectoria de vida a través de decisiones inteligentes. Desde este centro, se lucha para llegar a la vida de estos jóvenes a tiempo, para que puedan cambiar sus vidas y convertirse en adultos felices y exitosos. 

En este observatorio han podido apreciar que la edad de incorporación a las bandas se ha adelantado a partir de los 11 años de edad. Esto es causado a la aparición de las redes sociales y la facilidad de acceso. A estos menores, cuando hay una reyerta, le sutilizan para llevar las armas para, en caso de ser detenidos por la policía, evitar ir a la cárcel por su corta edad

También se hace referencia al aumento de bandas exclusivamente femeninas. De hecho ya existen algunas de ellas, como las Latin Queens. Al inicio entran como las novias o amigas, pero rápidamente pasan a formar parte de la banda y se convierten en confidentes para obtener información de otras bandas. Son también muy buscadas por portar drogas y armas, ya que no suele haber muchas mujeres policías para cachear a las chicas en el momento de una detención.

Esta información la han podido obtener de testimonios de adolescentes que han salido o están en proceso de abandonar una banda. En concreto este centro, en los últimos 5 años ha atendido a 300 jóvenes implicados. 

En el total, el Observatorio revela cifras escalofriantes de pandilleros de unos 2.500 jóvenes: 500 entre 15 y 13 años, 1.200 entre 14 y 18, y 800 entre 19 y 25 años. 

De forma general, se contabilizan  unos 50 grupos de Ñetas y Latin King, y mas de 80 grupos de Trinitarios y DDP. Estas son las cuatro bandas latinas mas peligrosas en la Comunidad de Madrid. 

El negocio de las bandas, ingresa 9'6 millones de euros anuales en cuotas. 

Estas cuotas varían por franjas de edad y por bandas, en términos generales los pandilleros entre 11 y 13 años abonan a la banda unos 5 euros a la semana, entre 14 y 18 años unos 20 euros, y a partir de los 19 años alrededor de 50 euros semanales, aunque se han identificado casos semanales entre 200 y 500 euros por parte de los máximos jefes en el rango. El importe de las cuotas de pertenencia se destina a diferentes cometidos: organizar fiestas para fidelizar al colectivo, ayudar a los miembros con problemas o en prisión, para la compraventa de droga y para adquirir las armas. 

Quien no contribuya económicamente recibe sanciones conforme a su rango. La peor sanción es el denominado “minuto de pared”: recibir golpes durante ese tiempo por parte de tres o cuatro compañeros hasta caer al suelo ensangrentado. Se sabe también de palizas muy diversas, las más habituales son recibir puñetazos en las costillas y golpes con una tabla gruesa en el trasero.

CARLA GAMO LÓPEZ.